La terapia cognitiva

El proceso de la terapia cognitiva es activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado y se viene utilizando en multitud de trastornos psicológico, como la depresión, la ansiedad, las fobias, etc... El paradigma teórico que lo sustenta parte de que los efectos y las conductas de las personas están mediados por el modo en el que podemos estructurar el mundo que nos rodea. (Beck 1967).
Nuestros pensamientos se basan en actitudes desarrolladas a partir de experiencias pasadas.     
La terapia cognitiva sostiene que existen cinco elementos interrelacionados entre sí en la conceptualización de las dificultades psicológicas; el contexto interpersonal y  ambiental, la fisiología, las emociones, las conductas y la cognición del individuo. La interacción de estos factores da lugar a un sistema dinámico y complejo. Los psicólogos deben evaluar y tratar a cada persona teniendo en cuenta las circunstancias que rodea a cada uno, ya que los síntomas  no surgen de la nada. E intervenir a nivel cognitivo conductual para influir en los patrones de pensamiento, conducta, emociones y reacción corporal. ( Alford y Bek, 1997).